8 de junio de 2010

Sin ti

Empiezo a recordarte. Todos esos momentos a tu lado regresan a mi cabeza. Los extraño. ¡NO! No debo de extrañarte. Todas esas tardes que espere pacientemente junto al teléfono tu llamada, todas esas veces que me hiciste llorar, que me rompiste el corazón en mil pedazos, no fueron en vano. Tengo más de mil razones para odiarte, olvidarte y dejarte atrás. Pero por alguna razón no puedo… te quise demasiado, y no es fácil sacarte de mi cabeza. No quiero ser tu enemiga, mas tampoco quiero quererte, porque sé que con cualquier palabra tuya con la mas mínima pizca de cariño y comprensión, caeré de nuevo en tu trampa. Yo sé cómo eres en verdad; se tus mañas, tus trucos, tus ambiciones, lo que en verdad quieres de mi. Sé que me quieres de nuevo dentro de tu trampa, por eso actúas como si en verdad te importaran mis sentimientos, cuándo en verdad solo te preocupan tus caprichos egoístas. Juro que no volveré a caer, ya fueron demasiadas veces; demasiados corazones rotos, demasiadas lagrimas, demasiadas promesas. Yo sé que no has cambiado, te conozco; te conozco muy bien. Soy feliz sin ti en mi vida, tengo todo lo que pudiera querer; ALFIN, después de tanto tiempo, logre poner mi vida en su lugar, después de que llegaras y lo desacomodaras todo dejándome en caos. Compréndelo, ya no quiero tener nada que ver contigo; la vida es sencilla sin ti.

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